sábado, 27 de marzo de 2010

Una buena terapia

Como algunas de Uds. saben perdí mi casa por el terremoto y tsunami puesto que vivo en Talcahuano, pero como siempre de lo malo hay que rescatar lo bueno. Toda mi familia y la de mi esposo, amistades con las que en parte había perdido el contacto demostraron preocupación y por sobretodo un gran cariño.

Me llegó mucha ayuda, mercadería, ropa para mi hija, artículos de aseo etc etc. y dentro de todas esas cosas me regalaron un par de ovillos de lana de fantasía muy hermosa y suavecita , además que es de colores super combinables.


Decidí con ella hacer un cuello para enfrentar preparada el frio del invierno.


Demás está decir que fue una excelente terapia, me mantuvo la mente despejada y muy entretenida. Además que es una labor muy fácil y rápida de hacer.

Aprovecho la oportunidad para agradecer a todas las que de alguna forma se hicieron presentes par dar una palabra de apoyo.

Un fuerte abrazo.


7 comentarios:

☼ Carolina ☼ dijo...

Verónica te admiro por tu fortaleza!!
me alegro que estés bien y claro que tejer es una buenísima terapia!!
beso
c@

PaulettEBontÁ dijo...

Que bueno que estés haciendo cosas eso estimula y relaja, así podrás despejarte un poco más. Te dejo muchisimos cariños y harta fuerza. Polilla

Unknown dijo...

Verito, me gusto como te quedo el cuello, espero que ahora empieces la bufanda...besitos. Maggi.

Cecilia - Titi dijo...

Fuerza amiga, ya todo volverá a la normalidad. La bufanda quedo preciosa yo igual estoy tejo que tejo.
Un abrazote,
Titi

Ady dijo...

Hola Verito que pena lo de tu casa con todo esto hay amigas que no alcance a visitar para saber como estaban...si en algo te puedo ayudar dime...Dios te siga dando fuerzas lo importante es que están bien...un abrazo ....

Cecilia - Titi dijo...

Pasaba a saludar, espero estés muy bien. Se te extraña.
Un abrazo,
Titi

Unknown dijo...

Acabo de encontrar tu blog... no sé cómo di con él, parece que por el de Titi.

Te felicito por todas las cosas lindas que haces y por la fortaleza que muestras a pesar de lo del terremoto y tsunami. Mis padres también perdieron su casa por lo primero, y ahora están conmigo acá en Quilpué.

Un abrazo apretado y te seguiré visitando.

Cariños,
Claudia